Las Piedras de la montaña
Amo las piedras.
Grandes, pequeñas
aquellas que
bajan
rodando las
cuestas
cuando ruge la
montaña,
se estremece
la sierra.
Son negras
algunas
otras coloradas,
hasta las hay
con matices
nacarados.
Cubren los lechos
deshidratados
de arroyos y ríos
que surcan los
valles
de los
majestuosos y
augustos Andes.
Cada una de ellas
cuenta una
historia
de tiempos
pasados,
de indómitos
pueblos
de la montaña nativos
y de sacrilegios
por los invasores
cometidos.
¿Serán los rojos
teñidos de sangre?
¿Simbolizan las
negras
la atrocidades?
Entonces me
inclino yo a pensar
que las nacaradas
redimen con
dulzura
tan lacerante y
profundo pesar,
reflejando en sus
cristales
luces brillantes
del centelleo
solar.
Y se vuelven en
mis manos
gemas preciosas
de un milenar.
Adornan rincones
traen recuerdos
de viajes lejanos
de mucho andar;
y en mis jardines
forman,
simbolizan
eternidades
rocosas
de la cordillera:
de los Andes
impar.
1 comentario:
Me encantooo! :D
Publicar un comentario