Alegoría al Bicentenario

Alegoría al Bicentenario
Alegoria al Bicentenario: Grito de la libertad
"De medico y loco, todos tenemos un poco" Tal vez, de artista también. Al menos hoy en día, cuando es tan fácil acceder a cursos, materiales, etc. Y la verdad, dando una vueltita por las paginas de nuestros diarios, encontramos siempre alguna propuesta para visitar galerías, exposiciones individuales, colectivas, y nombres nuevos que surgen. Algunos quedan, otros desaparecen. Hace casi 20 años que me dedico a la pintura al oleo. Participe de algunas exposiciones, hice una individual, hace dos años, y bueno, ahora me decidí a entrar a ese mundo fascinante de los "bloggers". Mis motivos favoritos son los caballos y los paisajes, tanto del Paraguay, como también de otros lugares. De a poquito compartiré con ustedes mis obras. Siempre trato de que mis cuadros cuenten alguna historia, o sea, que no sean meramente decorativos.Quiero darle al espectador la posibilidad de adentrarse en un paisaje, sentir el sol caliente nuestro que se refleja en caminos arenosos,la sombra refrescante que brinda un viejo árbol al costado de un sendero en un campo abierto. Así que, : BIENVENIDOS A MI MUNDO

miércoles, 30 de noviembre de 2011

REFLEXIONES ÁCIDAS




Observando el entorno social en el que vivo llego a la conclusión de que estoy fuera de foco. Estoy volviéndome cada vez más antisocial, intransigente, inflexible, intolerante.
        
         Las ultimas semanas del año escolar me agotan, y eso sin que soy yo la que tiene que rendir exámenes, presentar actos u organizar rifas para juntar platita para el fondo del grado o estar parada en plena Ruta Internacional recolectando fondos para el Cuerpo de Bomberos Voluntarios.
 Al margen queda la Matemática, las Ciencias, la Literatura. Mucho mas importante, tanto para los alumnos como para el cuerpo docente es el “Qué me pongo para la colación, donde consigo la ropa para el festival de danza, conseguiré turno en la peluquería…..”
Recuerdo con añoranza mi propia infancia. Íbamos a la escuela para aprender a leer, escribir, sumar y restar. Y teníamos tiempo de ser niños de verdad. Hoy por hoy, los modernos padres bailan al ritmo de la melodía que impone la sociedad y el Ministerio de Educación y Cultura.
Aun vistiendo pañales, los crios acuden a modernas instituciones educacionales donde aprenden a relacionarse con los demás, aprenden el Ingles, a declamar y por sobre todas las cosas, a imponerse:
 ¡Desarrollan su autoestima! En la práctica, eso se manifiesta de la siguiente manera: aprendieron a la perfección el “quien no llora, no mama”. Gritando obtienen todo lo que quieren, maltratando a maestros y empleadas domesticas, refutando a cada instante, logran obtener la atención de los adultos quienes quedan admirados del vocabulario extenso de sus “angelitos”. Indiferente a la clase social a la que pertenecen, se me hace que los niños hoy en día desde chiquitos están destinados a una vida social conflictiva.
En un entorno menesteroso y humilde, el niño o la niña es el soberano/a de la casa. Todo se le consiente, todo se le permite, hasta lo de pegarle a la propia madre. Esa condición soberana del “bebe de la casa” dura hasta que nazca el próximo. Ahora si, ¡pobre chiquilín! El que antes podía hacer de todo se encuentra enfrentado a una situación completamente desconocida e in entendible. En lugar de besos y elogios, recibe zurridos con el Typycha hu y se pasa llorando la mayor parte del día. Hasta que se sobrepone, y con meditada elocuencia retribuye los malos tratos, golpeando a su vez a los de menor edad y aprendiendo en riñas callejeras la supervivencia del mas mbarete.
Algún día se volverán hombres y mujeres de la sociedad humilde de nuestro país. Se casaran, tendrán hijos; a los que educaran de la misma manera. Un círculo vicioso.



Por otro lado, en un entorno rico y abundante, los bebes afortunados disfrutan, sin saberlo, las delicias de un paraíso terrenal. A medida que van creciendo, crecen las necesidades, todas complacidas a veces antes de aflorar por completo. Si nace un hermanito, al primero nada le faltara. Seguirá obteniendo todo y hasta por demás, sin esforzarse demasiado. Y sin embargo, le falta lo mismo que a aquel niño pobre: cariño, amor y comprensión.
Se que muchos ahora dirán que todo esto es exagerado. No señores, no lo es. El niño rico, al igual que el niño pobre, percibe que la ausencia de la atención y del amor, por un lado se suple con costosos regalos y una actitud permisiva de parte de los padres, o por otro lado, simplemente con garrotazos. A los niños hay que tomarles en serio, no darles importancia; es así con todas las cosas y lastimosamente nuestra sociedad “da importancia” pero no “toma en serio”.
Es importante que el chico este ocupado las 24 horas del día. Es importante que compita, ¡que compita siempre! Sea en el colegio, en natación, deportes, danza, o en su entorno social. Ya no puede ser niño.
 ¡Ah! Casi me olvido. Claro, los niños tienen que divertirse, pero por supuesto. Para eso están las fiestas, los globos saltarines. Y otra vez compiten: quien lleva la mejor ropa, quien el regalo mas costoso. Y se le enseña desde chiquitos, cuando la Profe, llevándose las manos al oído, dice:” no escucho, ¿Qué dijeron?”, que el silencio es una entidad digna de ser menospreciada. Cuando mas ruido, mejor. (¿Será esto un legado de los ancestros nativos para espantar y ahuyentar los malos espíritus?)  Recién cuando los altoparlantes hacen retumbar el diafragma, la fiesta es fiesta. Y los chicos vuelven de esas fiestas cansados, irritados hasta la incandescencia y muchas veces agresivos como un toro de lidia. Y estos niños “afortunados” también se vuelven adultos algún día, también ellos darán su aporte a la sociedad del futuro. Una sociedad permisiva, egoísta y por ende “muy moderna”. Una sociedad que esta a la altura de las exigencias egocéntricas del joven de hoy, donde una ciudadana como yo es un integrante anticuado, intransigente y totalmente  redundante.  No, totalmente inútil aun no soy: me olvide que soy importante a la hora de acarrear los hijos de aquí para allá, inclusive los fines de semana, cuando ellos se divierten. Así es, soy la perfecta “remisera”………


Ecos del Taller de Escritura




ARCO IRIS

Doblo la esquina, las manos en los bolsillos de su chaqueta gris, en el rostro una expresión plomiza. Con la mirada sombría fija en un punto imaginario allá a lo lejos. Hebras azabaches cubren su frente marfil.
La hora azul de la tarde va adquiriendo matices dorados y plateados de las vidrieras acondicionadas con luces navideñas para la noche. El hombre sombrío no lo nota. Sigue caminando con pasos metálicos por la vereda, sin desviar la vista aguamarina un solo instante. No ve las luces, no escucha las risas. Las risas fucsias de las mariposas de la noche tratan de arrebatarlo de su mundo oscuro. En vano le regalan sus miradas doradas, enfatizadas con caricias de color rubí.
Aquella sombra gris se aleja, dejando atrás el aleteo rojo de los brazos, el vaivén naranja y amarillo de las caderas, el verde inquieto de los pasos ligeros y el azul-violeta de la desilusión.....................
Joana